sábado, julio 03, 2010

Labios


Tengo dos piezas rosadas y húmedas que esperan por ti, que esconden más de dos mil secretos y más de cuatrocientos “bésame”. Entre estas dos aglomeraciones de carne sensible encontrarás más que caninos y molares.

Más allá de estas dos pequeñas puertas esta toda una vida que no te he contado. Dos separaciones de carnes hambrientas que no hacen promesas, pero advierten, aconsejan sobre mí. Confieso que también hay un cuestionario de preguntas y una lista de respuestas que no van más allá del paladar.

Entre la carnosidad de estos labios se esconde un “te amo”; esa frase de las que todos hablan, de las que muchos no saben, esa que algunos dicen por descuido, por sólo decir algo, por simple engaño. Aquella que algunos mencionan porque no encuentran otra forma de legalizar eso que hace temblar hasta las amígdalas.

Detrás del superior e inferior estoy yo. Yo que babeo con sólo imaginarte.

Detrás de tu lengua estás tú, así como ella eres capaz de percibir lo más dulce y lo más amargo de mi.

Sí en tus labios y en los míos caigo, me levanto, vivo.

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