domingo, septiembre 19, 2010

El peo

El peo no es que llames, el peo es que reconozca tu voz.

El peo es que existo yo y Boys II Men.

El peo no es que me pida un beso, el peo es que me lo pida en un lugar público y tenga que seleccionar el tipo de beso.

El peo no es que te enamores, el peo es que lo beses y pienses "esto ya lo he sentido antes".

El peo no es que pierdas a un novio, el peo es que pierdas a un amigo y sepas que ni por el carrizo lo recuperaras.

El peo no es que cuelgues el teléfono, el peo es que vuelvas a llamar.

El peo es que ni te odio ni te amo.

El peo no es que ames, el peo es que ames y sepas que todo se está yendo pa´l carajo.

El peo es que me hables de matrimonio y me suene bonita la vaina.

El peo es que una relación puede terminar por una familia.

El peo es que existo yo y el alcohol.

El peo no es que tengas novio, el peo es que tengas la seguridad de que durará sólo 4 años más.

El peo no es que me digas “Te amo”, el peo es que luego te despidas.

El peo no es que me envíes mensajes, el peo es que yo los guarde.

El peo es que creas que este escrito va dirigido a ti.

El peo no es que escriba y que leas, el peo es que no sepas la vigencia de cada uno de ellos.

Fue una semana tan maldita que se merece un post

Generalmente me desahogo con Word, antiguamente la gente lo hacía en papel, pero formo parte de un terrible momento histórico en el que por cuestiones prácticas me toca irme a las teclas y no a las plumas.

A veces reflexiono si en realidad es terrible el momento en el que existo. La web, tan impersonal (para mí) como pública, es un espacio intangible donde las hojas no se perderán, mis archivos siempre estarán a un click… a nada de mis manos.

La razone por la que me mantengo sumergida acá es porque si lloro en medio de un escrito jamás caerá ni una lágrima sobre las huellas de algún bolígrafo, ni mucho menos dañará el fruto inconexo de palabras que suele elaborar.

Ajá al punto. El impacto de Inception en mí.

Ayer después de un tiempo vi a uno de mis más grandes amigos (para no inflarle el ego diré que es uno de tantos), disfrutamos de una película, con varias horas de reservada, y salimos de dicha función hablando de profundidades que no manejamos mientras los demás espectadores salieron sólo diciendo “arrechísima”.

Inception (Origen) fue el detonante de una serie de reflexiones y cuestionamientos acerca de mi vida, de lo que he hecho, de lo que he sido. El temita de los sueños, las realidades, el subconsciente y las posibilidades de que te planten una idea me dejó toda la puta noche pensando en las opiniones vinteligentemente insoportables de Sigmund Freud al respecto: un tipo que siempre ha estado presente en mi vida académica para joderme de alguna u otra forma.

Fue así como llegue a concluir que desearía que me plantaran en la cabeza miles de ideas, sólo por aquello de dejar de ser tan “realista” y soñar de tal manera que me crea la vaina. Por ejemplo:

Lista de ideas que quiero que me planten

Todo es para siempre

La infidelidad es un cuento de camino

Maquillarse hace a la gente fea

El color negro significa lo bueno

El color blanco significa lo malo

El rencor tumba el cabello

La vida es sólo un orgasmo

Tener hijos salvará al planeta

(sólo quiero que me llenen de mentiras)

Lista de ideas que han querido plantarme

Debo respetar a los mayores - - > Sí ellos respetan a los jóvenes chévere sino NO.

Los adultos siempre tienen la razón - - > Permíteme reírme.

No hay nada mejor que decir la verdad - - > Ajá.

Dios es lo único que nos salvará - - > Oh, sí.

En la tierra todo lo que se hace se paga - - > ¿Más cierto imposible?