martes, octubre 19, 2010

Uno lo sabe

Y sabes que todo se fue al carajo cuando lo besas con los ojos abiertos, cuando el sobre poblamiento de sus cejas es más relevante que mirarte en sus ojos. Cuando su teléfono se convierte en una maldita tentación.
Sabes que todo se fue a la mierda cuando no confías en sus amigas, ni en las tuyas, ni en él, ni en ti.
Uno sabe y no acepta que todo se fue al mismísimo diablo cuando cada salida se trasforma en despedidas llenas de amargura y reproches. Cuando ya no piensas en decirle buenos días o buenas noches.
Cuando la soledad es mejor que su presencia.
Y es que uno sabe pero no actúa; uno sigue como una pendeja creyendo que algún día volverán a lo que fueron.
Uno sabe pero no piensa; que los momentos llenos de ternuras son contados y los orgasmos conseguidos se resumen a nada.
Y es que uno sabe que ya los besos no saben igual, pero no me preguntes porque uno sigue metido en ese callejón sin salida donde te consigues con esas manos tan pesadas y con tu piel ya tan seca.
Uno sabe pero no dice; uno llora para ver si la cuestión se salva por si sola...por magia.
Y es que también uno sabe pero no escucha, ni el vacio de sus palabras, ni el murmullo de la razón.
Uno sabe pero no admite; no admite que lo ves borroso, lo ves pixelado, incluso a veces ni sabes si realmente lo estás viendo.
Uno sabe pero se aferra; se aferra a todo, a las fotos, a los mensajes guardados, al primer beso, al primer polvo.
Uno sabe pero no quiere; no se quiere estar solo, no se quiere uno.

1 comentario:

Irina dijo...

Tan pertinentes y precisas tus palabras que siento que has visto una parte de mi historia por el hueco de la cerradura de la puerta...
Saludos!